En Laroom estamos listos, que llegue la Navidad!

Decorar la casa para la Navidad es un asunto serio. Sobre todo si hay uno o más peques en casa que esperan con toda la ilusión del mundo que llegue pronto el momento de abrir los regalitos debajo del árbol.

 



Cuántas veces has deseado tener espacio suficiente en casa como para llegar a plantar el mismo árbol de Navidad del Rockefeller Center, con sus miles de adornos, guirnaldas y luces para crear esta atmósfera mágica que sólo el espíritu de la Navidad puede dar.

Pero volvamos a la realidad: nuestro pisito es muy cuco y no está mal pero tan, tan grande, no es. Además, si cada año hay que comprar de nuevo la decoración de Navidad, no nos da para los regalos… Por esto en Laroom queremos darte unos consejitos para que tu casa parezca una de aquellas de revista durante estas Navidades, ¡sin arruinarte!

Un pequeño truco es volver a utilizar muchas de las cosas del año pasado, después de haberlo guardado bien en cajas como éstas de Laroom y comprar sólo algo nuevo que te encante para dar un toque original cada año y para no gastar mucho dinero y colocar la decoración en una disposición distinta. ¡Te parece que sólo con unos pequeñísimos cambios, la decoración es totalmente otra!

 


¡Qué divertido es para los peques montar una casa entera como si fuese un cuento! Y no sólo por la actividad en sí, sino porque comparten estos momentos con sus ídolos: es decir, con mamá y papá.

 



¿Recuerdas tus emociones de cuando eras niño? Seguro que son recuerdos emocionantes, felices, ya que, durante un día no había nada más que hacer que dedicar el día entero a que toda la casa luzca a Navidad y a amor. ¿Y la estrella en la parte superior del árbol? Cada año toca al más pequeño del hogar colocarla. La verdad es que la Navidad te regala esa sensación de volver a ser un niño. Y hasta parece que la ilusión de los pequeños se encomienda a los mayores, ni que sólo sea durante estos días, ¿verdad?

Este año nos hemos esmerado para que nos quedara todo muy bien, hasta hemos cambiado el felpudo que va a regalar una sonrisa a todos los amigos que vendrán de cena navideña.

 



Y por último, nos hemos organizado de una manera divertida para ahorrar un poquito y llegar a ayudar a Papa Noel y los Reyes Magos a cumplir parte de los deseos del peque de casa (la lista siempre resulta ser más larga de lo previsto, ¿verdad?). Hemos puesto una hucha donde dejar la calderilla que llevamos en los bolsillos cada vez que llegamos a casa.

 



Sólo nos queda disfrutar de tanta armonía con nuestros amigos y familia.

Nosotros ya estamos listos, así que… ¡que llegue Navidad!

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