Huele a cambios

Hay cambios pequeños y grandes cambios, y además pueden venir de muchas manerasen forma de mudanza, de nuevo trabajo, de “ahora somos uno más”, o simplemente algo tan pequeño como nuevo look o un nuevo felpudo para tu hogar 

Lo que está claro es que los cambios siempre traen algo fresco, muchas veces vienen disfrazados de proyecto, de idea, de ilusión y a menudo, aunque por pequeños sean, su resultado suele ser beneficioso. Sobre todo, si estos cambios se hacen conscientemente y además, vienen acompañados también de un cambio de actitud. 

 

Por esto, hoy queremos dedicar este post a estos pequeños cambios que hacemos, a veces sin ni siquiera explicarlos a nadie, y que no sabemos muy bien por qué, pero nos hacen sentir bien. 

 

Pero también a los grandes cambios, a estos proyectos que traen consigo una ilusión tremenda; esos momentos en los que los dos os miráis y decís: ¡Hagámoslo! Y os mudáis a una casa delante del mar en un pueblo poco turístico. 

 

A esas frases que huelen a cambio enorme y que solo con pronunciarlas, son capaces de transformar la cara de tus padres, conscientes de que esa frase acaba de cambiar el resto de vuestras vidas (y las suyas). 

 

A veces los cambios son tan sutiles que solo los notas tú, pero hay otras veces, que no sabes por qué, también lo notarán los demás y entrarán en tu casa con una sonrisa 

 

En cualquier caso, estamos convencidos de una cosa: si te va por la cabeza hacer un cambio, grande o pequeño, es porque en realidad quieres hacerlo. Así que no te frene nada, porque quien no arriesga no gana, dicen, y porque, quién sabe, quizás un pequeño cambio hoy te lleva a un gran cambio mañana. 

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